Lo siento.

Pensar en una situación mejor se hace difícil cuando todo lo que te rodea son sonrisas, abrazos, besos, mimos, alegría. Pero por otra parte te das cuenta de la realidad, de que en un momento cualquiera tu vida dará un cambio brutal. Y no sabes qué pasará luego, ni dónde estarás, ni cómo será todo, si cambiará todo radicalmente o si casi no se notará la diferencia... Y esa situación de incertidumbre es la que te provoca ese irritable mal humor, el que hace que desees poder resetear tu mente y no pensar más en eso... Pero cuando el problema está lejos de tu alcance, se te va la situación de las manos, y es cuando no controlas ni lo que dices ni lo que haces. Y ahí es cuando te arrepientes por soltar toda tu frustración con palabras que hieren, pero cuando te das cuenta ya es demasiado tarde, todo está dicho y el daño ya está hecho, y ya no sabes qué hacer. Sólo te sale pedir perdón y nada más. No te salen las palabras, sólo sabes que si dices una sola sílaba más romperás a llorar a rienda suelta.
En ese momento es cuando sólo te apetece cogerle, abrazarle, besarle y no soltarle nunca, irte con el a cualquier sitio que esté lejos y donde poder estar a solas y pedirle perdón, expresarle lo importante que es en tu vida y lo mucho que le quieres... Pero ya es tarde...

Tú.

Quiero que sepas que estaré ahí, aunque estés triste, contento, enfadado, aunque estés llorando, gritando o riéndote, e incluso si estás enfermo. Aunque llueva, aunque haga sol, aunque haga viento, haga frío o calor, por que aquí estoy para conseguir sacarte una sonrisa y un te quiero. No me salen las palabras para definir esto, simplemente me encantas. Me encantas tú y tus enfados tontos, tú y tus tonterías, tú y tus abrazos y besos, tú. Y que me da igual si queda cursi, ñoño o si inspira a decir la odiosa frase "puke rainbows". Quiero darte las gracias por todo, por cada momento, por cada mirada, por ser como eres, por todo lo que me dices, por que consigues dejarme sin habla, quiero darte las gracias por ... por existir.

Me niego.

Te dicen que tienes que ser más responsable, que tienes que pensar más tus actos, tus respuestas, que tienes que controlar tus pensamientos y tu carácter porque te estás haciendo mayor. Y reflexionas. Y te acuerdas de cuando eras pequeña y querías ser mayor, para vivir tal y cómo veías que vivían las adolescentes de las típicas series americanas donde todos son felices. Pero ahora no, ahora recuerdas con nostalgia esas tardes que cualquier cosa te servía para imaginarte un mundo perfecto. Tu mundo. Dónde ponías tu las reglas, dónde elegías quién era ése y quién ese otro y que es lo que harían y lo que no. Y ahora que has crecido te das cuenta de que todo eso se ha perdido, que de cada vez te exigen más y que la vida se te está quedando grande. Y que esto es solo el principio de una vida llena de rutinas, obligaciones, dolores de cabeza, algún instante para una chispa de felicidad y  muy poca diversión. Me gusta soñar que no será así, y que será tal y cómo yo creía que sería a los 5 años, pero los sueños, sueños son. Personalmente, me niego a crecer.

Algunas imperfecciones.

Soy de las que se ponen nerviosa por cualquier tontería y se les quita el hambre enseguida. De las que lo darían todo por según que personas. Soy de las que aman hasta no poder más, pero también soy lo más borde que puede haber en este planeta. Soy muy cariñosa, a veces hasta empalagosa. Soy de las que actúan y luego piensan, por lo que me arrepiento más de lo que me alegro. Soy de las que se preocupan por lo que pensarán los demás, sin poder evitarlo, aunque sé que esté mal. Me cuesta decir un "te quiero", pero cuando lo digo es porque de verdad lo siento. Odio que pasen de mi y que me hagan el vacío, y me gusta ser el centro de atención en según qué situaciones. También odio no conseguir lo que yo quiero en ese momento, y si no lo consigo, grito. Suelo ser bastante infantil, y puede que esté hablando con alguien, y de repente soltar cualquier tontería que me pase en ese momento por la cabeza. Soy de las que cuando odian a alguien, lo demuestro, ya sea con caras raras o contestando mal.

 Y aún así, después de todas estas imperfecciones, y millones más, consigo ver la vida cómo un lienzo en blanco que hay que pintar, y también sé que de los errores se aprende, aunque de los buenos momentos también.

Cómo decirte...

Cómo decirte que sólo me importa el presente y el futuro, que solo me preocupa que sea contigo o sin ti. Que me da igual el pasado, lo que haya pasado o lo que hayamos dicho, que me voy a centrar sólo en si estás bien o mal, si me quieres o si me odias, si estás triste o contento, sólo en ti...
Y también decirte que se me cae el mundo encima cuando me dices que estás mal, que lo dejaría todo para ir dondequiera que estés y abrazarte, y decirte que no pasa nada, que estoy ahí, y que lo voy a estar siempre que lo necesites. Y sólo me queda una cosa por decirte... y es que te quiero.