viernes, 25 de marzo de 2011

Lo siento.

Pensar en una situación mejor se hace difícil cuando todo lo que te rodea son sonrisas, abrazos, besos, mimos, alegría. Pero por otra parte te das cuenta de la realidad, de que en un momento cualquiera tu vida dará un cambio brutal. Y no sabes qué pasará luego, ni dónde estarás, ni cómo será todo, si cambiará todo radicalmente o si casi no se notará la diferencia... Y esa situación de incertidumbre es la que te provoca ese irritable mal humor, el que hace que desees poder resetear tu mente y no pensar más en eso... Pero cuando el problema está lejos de tu alcance, se te va la situación de las manos, y es cuando no controlas ni lo que dices ni lo que haces. Y ahí es cuando te arrepientes por soltar toda tu frustración con palabras que hieren, pero cuando te das cuenta ya es demasiado tarde, todo está dicho y el daño ya está hecho, y ya no sabes qué hacer. Sólo te sale pedir perdón y nada más. No te salen las palabras, sólo sabes que si dices una sola sílaba más romperás a llorar a rienda suelta.
En ese momento es cuando sólo te apetece cogerle, abrazarle, besarle y no soltarle nunca, irte con el a cualquier sitio que esté lejos y donde poder estar a solas y pedirle perdón, expresarle lo importante que es en tu vida y lo mucho que le quieres... Pero ya es tarde...